domingo, 24 de octubre de 2010

Poison "IB" School

Formo parte de la asociación local de colegios del mundo IB. En la pasada reunión de los miembros del comité, cuando ya estábamos compartiendo amenamente durante el almuerzo, comentábamos como en nuestro país hay tantos colegios con nombres alusivos a árboles tales como el nogal, el alcaparro, el cerezo; o en su conjunto:el bosque y otras plantas como el trébol... de tal conversación sin querer ofender a nadie surgió el Poison "IB" School, del cual muchos de nuestros estudiantes se sienten parte, principalmente en los momentos de stress y real angustia...
Su lema sería algo así como: "Parece inocuo... pero si te acercas demasiado y tocas..."
Insisto... es sin ánimo de ofender a nadie, solo considero que es una figura que en momentos adquiere mucho sentido...

martes, 5 de octubre de 2010

La reivindicación de la buena voluntad y el creer en los demás

Participando en un taller de formación profesional recientemente, reflexioné sobre los valores que promueve y vive la comunidad del Bachillerato Internacional... esos que,tal vez implícitos, no aparecen textualmente listados en el perfil de la comunidad.

Uno es la buena voluntad. Ser personas de buena voluntad, dispuestas a hacer las cosas bien, honestamente y como se supone que se deben hacer. Este lleva de la mano otro que es creer en los demás.

Vivo en Colombia, donde en la "cultura" o mas bien, en las"malas costumbres" está el saber hacer las cosas de tal manera que PAREZCA que se hicieron como se debe, pero que a la hora de la verdad detrás del hecho hay variedad de trampas y "torcidos"; un país donde "el vivo vive del bobo"... entonces llega el IB, que nos da una serie de instrucciones que se deben seguir, de las cuales depende el éxito de la propuesta formativa... y con el aparece la reivindicación de la buena voluntad... por que se cree en la persona, en su buena voluntad de hacer las cosas como se le pide con el fin de implementar con igualdad de condiciones un programa formativo ampliamente exigente... la buena voluntad del coordinador del programa quien vela por que las instruccines se sigan y los procesos se lleven a cabo debidamente. Explicitamente y tácitamente se creen en las personas. Se cree en el coordinador, en el profesor quien dicta sus clases con generosidad (el otro valor) que firma documentos y reivindica el valor de la palabra. "Doy mi palabra de que en mi leal saber y entender de que el trabjo que se envía es de autoría del alumno." Aparece consecuentemente la buena voluntad del alumno: la que tenemos que formar, por que en mi caso nacidas en el país con las "costumbres" descritas arriba, le queda muy fácil "hacer parecer" que las cosas se hicieron como se debe. Pero ellas también firman, firman que la monografía, los ensayos, reportes de laboratorio... son de su autoría, y ellas en su momento reivindican el valor de la palabra... y creemos en ellas.

Quiero retomar la generosidad ... los profesores somos generosos, de otra manera no podríamos estar en el salón de clase cumpliendo con nuestro deber, con nuestro llamado interior que nos hace estar en el aula (a pesar de sus consecuencias). Considero que nos es mas fácil ser generosos con nuestros estudiantes que con nuestros colegas... quizás sea solo mi caso... pero volviendo a los talleres, he tenido la fortuna de participar en unos cuyos talleristas se han desbordado en generosidad respecto a su saber, a sus materiales de clase, a sus estrategias... La generosidad se reivindica también...

No quiero sonar dogmática, pero el mundo mejor y más pacífico se gesta en lo anterior. Por eso creo en la propuesta formativa de este programa, por que busca y hace mejores personas...

viernes, 23 de julio de 2010

¿Tortura?

He decidido crear este blog bajo el título que aparece, puesto que durante el ejercicio de la coordinación, en ese periodo en que el ciclo se está culminando, cuando los estudiantes de una manera u otra se sienten agotados y creen que no dan mas... ellos ven al coordinador como el "administrador de la tortura", la personificación de la exigencia sin medida, un ser desconsiderado que piensa que el único objetivo es la formación académica, aquel que cree que los estudiantes no tienen vida... y tantas otras ideas que han dicho o pensado.
En ese momento en que la popularidad del coordinador está reducida a su mínima expresión, cuando el ambiente se apesadumbra y los estudiantes ya no miran a los ojos, o pocos lo hacen, es cuando uno sabe que todo vale la pena por que aprendizaje es enorme e invaluable, y que a pesar de sentirse o verdaderamente estar extenuados al poco tiempo reconocerán el valor de la experiencia vivida, del crecimiento individual e integral y de la formación para la vida.

De alguna manera todos los profes deberían ser coordinadores...

Yo enseño una asignatura y además coordino el programa del Diploma donde trabajo.
El hecho de coordinar el programa me da una visión muy amplia de su propuesta, de la importancia del trabajo interdisciplinario, de la inminencia de que se busque el perfil en cada componente... o que el perfil se identifique y se haga realidad en cada componente. Lo mismo ocurre con TdC... esa forma crítica y analítica para aproximarse al conocimiento.
Asimismo, la identidad con el programa se profundiza... no es perfecto... pero está muy bien pensado y comparto la creencia de que por medio de la edución se logrará un mundo mejor.
Me pregunto si todos los profesores logran tener esta amplia perspectiva... Todo esto me hace pensar que la experiencia de la coordinación debe ser compartida con quienes ejecutan el programa.